La comunión de nuestros pequeños, un quebradero de cabeza más al que enfrentarnos esta primavera. Es la primera gran fiesta de tu peque y quieres que sea un día especial, que esté llena de pequeños detalles que la hagan única y especialmente, que todos los niños recuerden el día como una gran fiesta. ¿Muchas cosas en las que pensar? Tranquila, te traemos las claves. ¿Cómo decoro? Una decoración acertada, sencilla, pero ‘resultona’. Tiene que identificar (de alguna manera) a nuestro hijo: colores que le gusten (muchos colores), deportes a los que juegue y algunos de sus ídolos, no pueden faltar. La decoración debe ir acorde a toda la celebración, incluidas las invitaciones previas. Una apuesta segura es usar tonos de la época del año en la que se celebra, la primavera. Combínalos a tu antojo para crear rincones inspiraciones llenas de brillo y color. ¡Diversión por todas partes! La puesta en escena tan evidentemente bonita, da paso a un menú acorde con la situación. Debe estar pensado para todos los invitados, pequeños y mayores y hacer las delicias de todos ellos. Nos es fácil, pero si te dejas aconsejar por profesionales, será mucho más sencillo dar con el menú acertado. Y lo mejor para los pequeños viene ahora: los postres. Una comunión tiene que ser una fiesta muy dulce. Crea un rincón para que los invitados puedan disfrutar de una selección abundantes, bonita y rica como complemento a la tarta de postre. Es un detalle y todos los agradecerán (y no sólo los más peques). Y para la fiesta, organiza algún juego, confetti, guirnaldas, papeles de colores. Crea fantasía, será inolvidable.
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Octubre 2020
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